El tema de las relaciones en el ámbito laboral es algo con lo que me obsesioné el año pasado porque hasta el momento no me había tocado coordinar un equipo más allá de 2 personas más, pero nunca 22.
¡Un gran número para mí y mis inseguridades para salir a relucir!
Creo que es muy importante en este proceso de interactuar con otras personas, saber cómo debe ser la dinámica en el lugar de trabajo. Debo confesarte que yo era muy autoritaria, pensaba que me tenía que hacer sentir de alguna manera porque siendo yo misma no era suficiente para que me tomaran enserio.
Hasta que me di cuenta que no era la "imposición" sino la "conversación" la que genera resultados. Ya sé que puedes estar pensando...es fácil decirlo en momentos tranquilos, pero cuando hay una crisis sale lo peor de una misma y así es. No podemos controlar los eventos externos del trabajo ni siquiera el trabajo de los demás, pero si puedes controlar tus emociones al respecto y hay 3 cosas que con la práctica y algunas lecciones he asumido, practicando dándome grandes resultados con mis compañeros.
1. Vulnerable no es ser débil:
Si quieres que te escuchen y presten atención, tú debes hacerlo primero. Así es y piensalo, a nadie le gusta que un extraño le venga a decir que hacer. Y en el lugar de trabajo pasa lo mismo. Por lo menos lo mínimo, intimar en lo esencial. Las grandes líderes se saben hasta el nombre de los papas de sus colaboradores y compañeros. Acercándote, sé vulnerable primero, cuenta una anécdota o un chiste y rompe el hielo. No hay nada mejor en un lugar de trabajo que decir "confían en mi talento". Algo que me paso hace unos meses es que entre en tanto pánico en una situación que comencé a gritar y regañar por un grave error que había pasado y al instante reaccione, me paré y dije: ¿María, cómo podemos solucionar esto? Llamé a todos a la mesa y juntos encontramos una solución. El cambio en el equipo fue inmediato, inclusive comenzaron a tomar decisiones que me daban miedo o no estaba segura, pero resultaron en grandes aprendizajes.
2. Crea equipos horizontales:
Comunica los objetivos de lo que esperas y sé flexible con el cómo las personas llegarán al resultado. Otro grande error que cometía era esperar que todos supieran la información o la transmitieran de la misma manera al estar en la misma sala que yo. No daba resultado simplemente llevar al equipo a la reunión, luego hacíamos otra reunión a parte para evaluar los objetivos de lo que se quería conseguir, cuando no invertía ese tiempo "extra" de explicar me frustraba mucho porque no se hacía lo que yo creía que se había sobreentendido que necesitaba. Si tu equipo entiende el objetivo no es necesario que estés allí pendiente supervisando todo, inclusive hasta muchas veces toman mejores decisiones de las que tú vieras pensando. Los líderes no se creen sabelotodos, entienden que tienen limitantes y los integrantes confían aún así en ellos.
3. Un grupo de personas con un interés en común:
El equipo no es la familia, son un grupo de personas con un interés común que colocando sus talentos. Esto es bien importante porque yo puedo querer y apreciar a una persona y puede que esa persona no será la más idónea para el trabajo. Me ha tocado trabajar con completas extraños que se convierten en amigos increíbles, pero antes de hacer el vínculo fueron excelentes profesionales en lo que se les pidió hacer y más. Si por A o B motivo se van no es algo personal, lo más errado es pensar que es por un motivo personal sino porque ya no se comparten el interés en común. Por lo general los equipos donde he trabajado y funcionado son muy diferentes, pero con un punto de vista de la vida y eso ha enriquecido al equipo porque pude plantear en su momento un mismo objetivo con culturas, creencias y formas de ver el mundo diferentes.
Otra lección
Aprendí es que saber que los equipos no son eternos sino que cumplen un rol en un tiempo determinado me permite estar más en paz con el proceso. Mi gran satisfacción ha sido que cada persona que pase por mi vida se lleve algo con lo cual quedarse. Más allá de cualquier otra cosa y eso solo lo he conseguido cuando logro conectar siendo vulnerable, comunicando lo que espero del equipo y los objetivos a lograr y dejando saber cual es el interés común dentro de nuestra diversidad cultural y de pensamiento que se debe mantener a la vista.
Mi papá me dijo una frase que me ha ayudado, un líder no siempre es un jefe o una persona con un alto cargo, un líder no necesita convencer porque con su ejemplo atrae, y un líder no le pasan situaciones difíciles porque tienen grandes lecciones.
Personalmente creo que uno es líder gracias a un equipo no para un equipo, porque es la confianza puesta en una meta de creer que se puede alcanzar lo que nos permite seguir caminando. Suena bastante efímero, pero es cierto, no busquemos seguir a líderes, sino convertirnos en líderes de nuestra propia vida.
PD: Ten paciencia con el proceso y agradecelo. Seamos el cambio que esperamos ver. Lo más maravilloso es pararse de la cama sabiendo que tienes un grupo de personas que entre todos nos ayudamos a crecer.
Abrazos,
Ian